
Mindfulness e igualdad
Cada persona somos única y el género también influye en nuestra mirada del mundo. Tenemos condicionamientos sociales, culturales, económicos y políticos diferentes de un género a otro y gestionamos las emociones y lo que nos sucede con mayor o menor inteligencia emocional según también esos condicionantes.
Esto nos sitúa y nos afecta de manera diferente en
nuestro cuerpo y nuestra mente, por lo tanto, nuestras relaciones tanto intrapersonales, con el
entorno, como con las personas y la sociedad en su conjunto, las vivimos de forma
diferente.
Entrenarnos en Mindfulness desde la perspectiva de género y la sensibilización en igualdad, nos facilita herramientas para observar nuestro cuerpo, nuestros procesos mentales, entrenar nuestra atención y dirigirla a procesos más satisfactorios, autoconocernos y mejorar nuestra relación con las emociones, nuestras y las de las demás personas.
Cómo nuestra educación influye en cómo pintamos nuestro mundo
Cuando hablamos de emociones y género, tenemos que tener presente cómo construimos los estereotipos de género y la educación que hemos recibido y que nos hace, a través de nuestras creencias, construir unos patrones, diferentes de una persona a otra, que son los pilares de nuestra realidad percibida.
Desde la infancia, nuestras familias, centros educativos, espacios comunitarios, sociales y la sociedad en general, nos enseñan cómo debemos ser y comportarnos en función de nuestro sexo principalmente, y en base a esos patrones construimos nuestra realidad y vamos dando priorizar a unos valores, criterios e ideas frente a otras. Todo ello influye en lo que pensamos, sentimos y cómo nos relacionamos con lo que nos sucede, desde nuestra percepción condicionada de la vida, del entorno y así manifestamos nuestras emociones.
Tomar conciencia de todo esto, facilita que nos desidentifiquemos de los roles que hemos ido construyendo y favorece tomar perspectiva para ver la realidad con diferentes gafas.
Pero este ejercicio no se construye de la noche a la mañana, tenemos que hacer un esfuerzo para desaprender y volver a aprender de nuevo otros patrones. Mindfulness y la neuroeducación nos muestran herramientas que nos pueden ayudar a construir estos nuevos patrones, a través de un entrenamiento de nuestra mirada y la neuroplascidad.
"Sapiencia es "nada de poder, una pizca de saber, y el máximo posible de sabor". Paulo Freire